DIARIO DE UN CHATÍN
(Cualquier
parecido con la realidad es mera coincidencia)
19 de Junio de 2012.
Ultimo examen final y
terminaré Bachillerato, lo que me está costando, menos mal que al Lupas ,el
profesor de historia del arte, ya le conocemos de sobra y nos avisa de forma
sutil de lo que va a caer. Me siento al lado del Pera, un chaval al que
llamamos así porque debe ser medio sevillano y en vez de decir espera, siempre
te dice, pera hombre pera, no tengas prisa. Me parto con el Pera, llevamos todo
el curso juntos y el tío es una máquina, notables a punta pala y encima buen
compañero que me deja copiar en todo.
Dos filas mas atrás está
Culofino, debe pesar 100 kilos por lo menos, menuda mole de tío, para el recreo
se trae una barra de pan entera llena de fiambre del barato y se la come
entera, no deja ni rastro.
–
¿Donde vas
Culofino? ¿A plantar un pino?- se escucha por el pasillo bajando al recreo
–
Vete a la mierda
Pera , o mejor pera a que te den clases de lengua retrasado- contesta con ira Culofino.
–
Haya paz
hermanos- Les digo mientras paso un brazo por encima del hombro de cada uno y
me sitúo entre los dos.- Chavales que solo nos queda este examen y a tomar por
culo el insti, ¿como lo lleváis?
–
Tú que crees
Chatín- me dice el Pera sonriendo picaronamente- Me juego lo que quieras a que
cae las bóvedas de cañón o el Pantocrátor
–
Pues pa tu culo
mi aparato- salta como una exhalación Culofino.
–
Confío en ti Pera
porque solo me he mirado eso si me veo en apuros
–
Tranquilo Chatín
ya sabes que puedes contar conmigo.- me interrumpe el Pera
Salimos
directos al parque a fumar, a la sombra de un pino en el césped. Fumábamos solo
Pera y yo porque Culofino tenía su enorme bocadillo y de ahí si que no había
quien lo sacara.
A la
vuelta a clase, allí estaba ella, la chica mas guapa que hasta ahora había
visto y encima se sentaba justo detrás de mí, su nombre era Estrella. Jamás me
he atrevido a pedirla de salir ni nada parecido, es inalcanzable para alguien
de mi pandilla, incluido yo claro.
–
Como lo llevas-
pregunto tímidamente.
–
Un poco mal –
responde con cara de angustia.
–
Tú tranquila el
Pera me ha dicho que o caen las bóvedas de cañón o el Pantocrátor ese y yo me
fio del Pera y de lo vago que es el Lupas.
–
Eso si me lo sé –
y su rostro cambia en un segundo mostrando la sonrisa más bella que os podáis
imaginar.
Entra
el Lupas por la puerta mandando callar y separar las mesas, reparte los
exámenes en la primera fila, coges uno y lo pasas, ha llegado el momento y
...Bingo!!
–
Joder Peras eres
el puto jefe – le digo mientras salimos del examen. - ¿Un piti en el parque y
nos despedimos?.
Allí
estábamos los cuatro fantásticos con el pitillo en la boca contándonos que
íbamos a hacer en el verano.
–
Yo me voy a la
playa – dijo Culofino sonriendo de oreja a oreja.
–
Cuidado con los arponeros,
ballenato – se apresuro a decir el Pera mientras reíamos Estrella y yo y
Culofino se ponía colorado. - yo me iré al pueblo de mi madre a Cadalso
de Vidrios.
–
¿Y tu Estrella?-
pregunto entre risas.
–
Supongo que como
todos los años bajaré a Santa Pola a ponerme morena en la playita.
–
Yo ya sabéis que
estaré en el pueblo, espero se de bien el verano chicos, nos vemos en
septiembre – apuro una calada del cigarro y me marcho camino de casa.
Esa
sería la última vez que nos viésemos hasta después de muchos años.
17 de
octubre de 2020
Por
fin terminada la carrera pongo rumbo a mi primera entrevista de trabajo, nada
más y nada menos que en Zaragoza, con el frío y el viento que hace allí, creo
que lo llaman el Cierzo, que dicen que vuelve a la gente loca.
Me
alojo en casa de un compañero de carrera porque como de costumbre ando justito
de pasta. Un colegio privado busca profesor de lengua, es mi oportunidad.
Suena
el despertador, son las 8:00 de la mañana, me levanto de cama y tengo un sueño
horrible, fuera en la calle está lloviendo y sopla el maldito viento con una
fuerza increíble haciendo que las persianas no paren de moverse.
Salgo
a la calle, por suerte el autobús llega pronto, no se si quiero que me den el
puesto de trabajo, no me gusta para nada esta ciudad pero necesito trabajar.
Son las 8:45 cuando llego y estoy nervioso, aun faltan 10 minutos para mi
entrevista pero decido entrar porque no se puede aguantar el frio que cala los
huesos.
–
Buenos días
señorita mi nombre es Alberto y tenía una cita con el director en diez minutos
le importa si espero sentado aquí, fuera hace demasiado frío para alguien de la
capital como yo.
–
Alberto ¿que más?
- pregunta la chica de recepción sin darse vuelta.
–
Pardo, me
llamaron porque necesitaban un profesor de lengua y aquí estoy – contesto
mientras intento peinarme un poco el flequillo.
–
¡¡Eres tú!! -
resuena alegría en sus palabras aunque no se quien puede ser hasta que hace
girar su silla.
Delante
de mi recuerdos de la adolescencia pasan a toda velocidad, ¿como olvidar la
sonrisa más bonita que has visto jamás? Es imposible, el que fue mi amor
silencioso estaba allí delante mía convertido en la mujer mas imponente que
había visto y encima con esa sonrisa que había recordado durante estos años.
–
Estrella, ¿eres
tú?, ¿qué haces aquí? Cuanto tiempo y sigues igual de guapa, cuéntame, que
casualidad ¿no?
–
¿Casualidad? Te
he llamado yo – dice mientras nos fundimos en un abrazo que para mi duró siglos
aunque en realidad fuesen segundos – Javier me dijo que había estudiado contigo
y como aquí necesitaban un profesor de lengua aproveché para volver a verte.
–
Jo, la de años
que hace que no te veía, en el 2012 desaparecisteis los tres sin dejar rastro,
¿por que?
–
La empresa de mi
padre lo traslado a Zaragoza después de ese verano y me tuve que venir, del
Pera y Culofino no se nada, aunque dicen las malas lenguas que el Pera está
hecho toda una eminencia en esto de las letras y que vive en Toledo.
–
Pues si es así,
en semana santa podríamos ir a su búsqueda, siempre y cuando consiga este
trabajo.
–
Este trabajo es
tuyo casi seguro, le he hablado muy bien al director de ti y soy su mano
derecha, compórtate y peínate bien y lo tendrás hecho – me dice mientras me
coloca bien el flequillo y me sonríe.
Hora
y media después el trabajo era mio como había barruntado Estrella. Así
que me puse a buscar piso y comencé una nueva etapa de mi vida en Zaragoza.
20 de
Abril de 2021
En
solo tres meses me había adaptado a la ciudad y gracias a Estrella quien ahora
mismo es mi pareja y con la que comparto piso (parece que va en serio la cosa).
Hemos ahorrado un poco y vamos tras la pista de El Pera. Como había dicho
Estrella vivía en Toledo, crisol de culturas y tierra de buen comer, así
que decidimos ir a buscarle en vacaciones de semana santa, salimos mañana para
allá. No resultó muy difícil encontrarle ya que solo tuve que buscar a Juan
Carlos Orejillas (su verdadero nombre) en la universidad de Toledo y ahí
apareció como jefe de investigación de filología hispánica y con varios
galardones a sus espaldas.
Tras
hablar con él, nos dejaba instalarnos en su casa a las afueras de Toledo,
maletas preparadas y muchísimas ganas de verle cuando suena el móvil de
Estrella.
Algo
ha ocurrido, estoy casi seguro, un frio intenso recorre mi espalada en un
instante.
–
¿Qué ocurre
Estrella?- pregunto mientras la veo empalidecer. - ¿Es el Pera? - contesto
nervioso mientras veo que sus ojos se llenan de lágrimas.
–
No – me dice con
la voz temblorosa mientras cuelga y empieza a llorar – Es Culofino
–
¿Qué le ha
pasado? - pregunto mientras me acerco a ella
–
Nos ha dejado, ha
tenido un accidente de tráfico mientras iba a Toledo, había conseguido
localizarlo y era una sorpresa que te quería dar, volver a reunir a los cuatro
fantásticos como nos llamabas tú.
No
puede mas ,se le nota en los ojos, apenas puede hablar, llego delante suya
justo cuando se desploma en mis brazos.
Han
pasado tres horas desde la noticia, Estrella empieza a despertar la preparo una
tila y la pregunto como está que si tiene fuerzas para bajar a Madrid para
despedirnos de Culofino, se pregunta si fue casualidad lo que le había pasado o
fue culpa suya por invitarle a Toledo.
Consigo tranquilizarla y convencerla para que descanse en el coche camino de
Madrid. Voy recordando los buenos momentos que pasamos con Culofino y que
siempre pensé que sería el colesterol lo que nos separaría de él. También
pienso lo mal que lo debe estar pasando Estrella y me intriga saber como está
el Pera, pero lo sabremos en diez minutos que llegamos a Madrid y más
concretamente al banco donde íbamos en el recreo, pegado al tanatorio de la
M-30, donde es el velatorio.
Estrella
y yo estamos sentados en el banco cuando aparece una sombra entre los arboles,
traje oscuro, gafas de sol, cara de apenas haber dormido, y una sonrisa en su
cara mezcla de dolor y alegría, es el Pera.
–
¿Que tal chicos?-
Nos dice con voz ronca
–
¿Un tío que gana
premios como tú por lo bien que escribe y nos dice eso?- Intento romper el
hielo y funciona porque Estrella y Pera se están riendo.- Dame un abrazo anda
Nos
fundimos en un abrazo y nos ponemos un poco al día de como nos ha ido en la
vida, Pera me cuenta que después de aquel verano sus padres le metieron en un
internado religioso ,donde finalmente le abandonaron, que nunca se preocupó de
averiguar por qué lo hicieron y que solo sus buenas notas le mantuvieron la
beca y la única forma de sustento que tenía él. Que estando en el internado se
volvió bibliófilo y que tenía mas de trescientos ejemplares de primer
nivel en su casa de Toledo. Que gracias a ese internamiento había llegado donde
está ahora.
–
Creo que es hora
de fumarnos un cigarro y entrar – digo mientras Estrella pone al día a Pera de
cómo nos iba juntos y esas cosas
Apuramos
el cigarro en la puerta del tanatorio y decidimos entrar a dar el último adiós
a nuestro querido Culofino.
"No te
has ido del todo.
No
hablaré de tu ausencia
pues
tu presencia está en nosotros
viviremos
con tus consejos
dejaste
derramada
tu
sonrisa amada en nuestros corazones.
Tú
estás entre nosotros
en lo
que digo y en lo que soy
no te
has ido del todo
tienes
mil modos de estar aquí
Dios
sabrá lo que hace
cuando
se nace para morir
Pero..te
extrañaremos igual
No
eres un ser perdido
ningún
olvido te va a borrar
eres
lo que ha quedado
recuperado
dentro de nosotros."
(Nerio
David)
FIN
......
Alberto Pardo "Chatito". Agosto de 2014
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