viernes, 28 de diciembre de 2012

¡Feliz Navidad Chavales!



 Aunque caigan chuzos de punta, y la situación no sea la más halagüeña, seguimos en pie y hasta el final hay lucha. Batallar por un mundo mejor, y por que habrá tiempos mejores, no nos queda otra pues la esperanza es la guía que conforta al espíritu humano.
Así que...  ¡salud! y que obtengáis lo que anheláis para vosotros y para los que os rodean.
Un saludo.

viernes, 30 de noviembre de 2012

Metallica - Rock in Rio (2010).




Para los que no pudieron estar en aquel conciertazo, para los que estuvieron y quieren volver a vivirlo y verlos más cerquita. Esta es la emisión que la 2 dio del concierto el día 14 de junio del 2010, he de decir que para nada tiene que ver como se escucha aquí y como atronaban los decibelios sobre aquel descampado de Arganda del Rey. 





miércoles, 28 de noviembre de 2012

El gallinero.




Así se bautizó al "hogar" del grupo, aquellas cuatro paredes fueron cobijo en los gélidos días de invierno además de ser el escenario de fiestas y aventuras varias.
El gallinero supuso un curioso lugar desde donde los chicos disfrutaron de su juventud y donde los divertimentos y anécdotas se sucedían sin pausa o control alguno. Las risas, a veces también alguna que otra lágrima, llenaron los huecos de aquellas piedras encaladas, y años después al pasar por ese tramo de la carretera, al pasar junto al antiguo cobijo en más de una ocasión me han asaltado los recuerdos del ayer y he sentido una dulce nostalgia.

No hace mucho curioseando en una carpeta del instituto encontré unos cuantos folios, uno de esos cuentos inconclusos que no terminan nunca de ver la luz, me alegró la tarde la lectura de las aventuras de unos personajes, situaciones y lugares basados en aquellos lejanos tiempos del Gallinero. Tal vez, con el tiempo rescate aquel humilde relato, de momento solamente me limitaré a mostrar un extracto.

" La puerta era en aquellos momentos cualquier cosa menos fuerte y robusta, en definitiva estaba hecha polvo, y para colmo el fin de semana pasado en una fiesta Juanín la propinó una buena patada dotándola del mayor boquete de su historia, el cual tuvieron que tapar con algunas tablas mal puestas.
El interior del lugar y el mobiliario era sencillo, como el de cualquier otra peña. 
A la izquierda de la puerta tres sillones, regalados por ni se sabe quien, enfrente estaba la barra compuesta de dos o tres viejas puertas y decorada con las firmas de los chicos y otras cosillas más. A la derecha un largo tablón, cogido de cualquier obra, aumentaba el número de asientos donde el personal podía sentarse.
Todo esto era la parte principal de la peña, pero frente a la puerta y detrás de la barra existía una estrecha galería que antiguamente fue una bodega y que ahora se utilizaba para almacenar chismes y cosas inservibles, bueno también estaba el frigorífico nuevo, el cual durante las fiestas era objeto de veneración de todo el mundo".







sábado, 10 de noviembre de 2012

El hogar infinito.


El hogar infinito


Nos hemos enterado esta semana de la llegada a las librerías del libro del amiguete Álvaro, desde este modesto rincón animo al resto de los "chavales" a rascarse los bolsillos y pasarse por estos extraños lugares atestados de libros y comprar su ejemplar correspondiente.
He leído los fragmentos que incorpora la editorial en su página y la verdad es que me ha interesado y me ha dejado con ganas de más.
Puede que no sea un juez imparcial, lo admito, pero en mi descargo diré que desde pequeño he sido lector y soñador de historias y reconozco a un buen narrador cuando lo leo.
Enhorabuena y al contrario que le ocurrió al "Marqués" espero que se vendan muchos ejemplares de este "hogar infinito".

Para seguir ampliando esto que os cuento podéis visitar el siguiente enlace y dar los primeros pasos en esta historia.

http://www.451editores.es/catalogo/2240

viernes, 26 de octubre de 2012

Simple rutina.




Llevo muchos años en el oficio, más de los que pueda contar y no me da apuro reconocer que no tengo el recuerdo como le ocurre a mucha gente de mi primer día.
No me quejo, por lo general hay temporadas más fuertes y otras en las que mi actividad baja un poco, pero siempre hay clientes.
Pienso que la imagen es algo fundamental, a la gente le da por poner etiquetas y la nuestra es un tanto oscura desde hace muchísimo tiempo, se que es difícil deshacerse de la mala prensa pero ahí entra mi buen hacer. Me gusta vestir elegante, traje oscuro y bien planchado, los zapatos impolutos y alguna que otra vez me atrevo con una corbata más colorida.
El cabello bien peinado hacia atrás, no me gusta pero últimamente suelo utilizar gel o espuma para darle el toque perfecto. Las gafas metálicas las llevo según la ocasión o la persona con quien tenga que tratar, depende.
El rostro bien afeitado, suelo aplicarme después loción hidratante y en cuanto al perfume ese ha ido variando a lo largo de los años, he sido más bien infiel en ese tema.

Aquella noche me dieron un aviso urgente, en mi trabajo siempre andamos de aquí para allá y listos para presentarnos en la dirección indicada. Es simple rutina, no hay quejas, las cosas son así y punto.
Tenemos que ser rápidos, meticulosos y desempeñar nuestra labor con rigor, como se ha hecho siempre.

25 de la avenida Acacia, un caserón desmesurado, había visto de pasada una o dos piscinas, fuera cerca de los escalones del porche dos deportivos impresionantes. Había montado en uno parecido con un cliente hacia unos meses, una maquina increíble.
Habitaciones y más habitaciones, abajo en el hall caras largas guardando la compostura, aunque en su corazón a más de uno se le leía la más absoluta indiferencia hacia el dueño de todo esto, mire incómodo el reloj.
Se adivinaba un gusto deplorable y una ostentación de riqueza sin sentido alguno, dinero, dinero y dinero. Aquel Dios de los hombres, que lleva ahí desde el principio de los tiempos y estará hasta el final de ellos.

Las 00.17, todo en orden, puntualidad ante todo.
Subí las escaleras del vestíbulo hacia la primera planta del vetusto edificio, seguí el larguísimo pasillo hasta una de las últimas habitaciones del corredor.
Allí estaba mi cliente.
Luis Aldeson, ochenta y ocho años de edad y después de varios infartos esta iba a ser la definitiva.
Había memorizado todo el historial sobre el anciano, empresario y multimillonario, jugaba en una división en la que las leyes quedaban en un segundo plano y había salido airoso esgrimiendo la extorsión, el chantaje, la corrupción, el blanqueo de dinero, la trata de blancas, negocios con los narcos colombianos en los años 80, donación a las campañas de los partidos políticos a cambio de determinados favores...
Un diamante en bruto el tal Aldeson, en días como aquel daba gracias por mi trabajo, era todo un placer conocer a gente tan dañina como el hombre que agonizaba sobre la cama.
Una grandísima mierda de ser humano, alguien que no merecía ni un ápice de compasión pues él nunca la tuvo con nadie.
El pecho del viejo subía y bajaba buscando aire, pero no carburaba bien, un silbido incómodo brotaba de su boca entreabierta. Tenía los ojos vidriosos y medio cerrados y la boca torcida dejaba escapar un hilillo de babas blanquecinas.
Se revolvió al notar mi presencia pero no le noté asustado, aproveché para acercarme un poco más y poderle ver mejor el rostro.
- ¿Quién es usted?. Su voz sonó débil pero denotaba un profundo desprecio hacia mi persona.
- Tengo varios nombres, pero ninguno me ha gustado nunca, son bastantes despectivos.
- ¿Ha venido a matarme?. Soltó el viejo.
- No, realmente no. Contesté divertido.

La misma historia de siempre, vaya, creía que aquel tipo daría más juego pero una y otra vez la conversación  no parece cambiar aunque mi interlocutor sea distinto.
- Entonces, márchese por donde ha venido idiota o llamaré a mis chicos.
- No será necesario señor Aldeson - Me senté a los pies de la cama y saqué un cigarro -. ¿Quiere uno?. El tipo me miró furioso. Sí ciertamente, en momentos como este amaba mi trabajo.
- Jodido estúpido, haré que le arranquen la piel a tiras por esto. Gritó fuera de sí sacando voz de donde no había.
El esfuerzo le hizo retorcerse y agitarse por un nuevo acceso de tos, cerro los ojos y tanteó un mando que tenía junto al cabecero. Accionó una y otra vez el botón hasta que comprendió que no conseguía nada.
- Bueno ya ve que nadie más va a sumarse a nuestra tertulia. Le dijé sonriendo.
- ¿Qué quiere?. ¡Maldito seas!.
- En mi trabajo señor Aldeson el tiempo es oro, no daré más vueltas, he venido para llevármelo, o más bien lo que queda dentro de esa envoltura de pellejos y carne.
- ¡Pero que dice está loco!. Exclamó mi cliente.
- Son exactamente las 00.25, lleva usted clínicamente muerto desde hace ocho minutos. Soy el agente encargado de llevarle a eso que llaman más allá, por cierto que en su caso tendrá un comité de bienvenida bastante importante. Ha jodido usted a mucha gente en vida señor Aldeson, demasiada maldad sobre los demás se acaba pagando. Allí no le salvará su dinero, pues a donde vamos lo material no tiene importancia.
Apuré una bocanada más del humo, me levanté y exhalé sobre el rostro del infeliz que había enmudecido de terror.
Me estaba fallando la intuición, había esperado más de aquel extraño, una conversación más apasionante pero al final me llevé un chasco, un tipo sin escrúpulos y también parco en palabras.
Otro día más, o menos según se mire.

Simple rutina nada más.




Diego Barquero Blas . Noviembre del 2012. Azuqueca de Henares.


jueves, 25 de octubre de 2012

Poniendo música al miedo.



Bueno, se acerca la noche de Halloween y su efecto se hace notar no solo en los anuncios de la televisión, también en el comercio o en las fiestas particulares que son cada vez más numerosas en la víspera de todos los santos. 
No me quejaré de esta invasión de costumbres anglosajonas como seguidor del genero de terror que soy, por otro lado meditando un poco, parte de la celebración retoma antiguas creencias y mitos de la tradición celta que seguramente también se dieron sobre estás tierras mucho antes de la llegada de los romanos y del cristianismo.
La palabra Halloween proviene de una variación de la expresión inglesa All Hallows even o All Hallows eve, lo que vendría a ser en castellano vispera de todos los santos.
En cuanto a lo que he comentado antes, la unión con lo pagano, con las creencias celtas, deriva de la fiesta que estos pueblos festejaban la noche del 31 de Noviembre, la fiesta de Samhain, o final del verano. Celebrando el fin de las cosechas y se iniciaba un nuevo año para los Celtas.
Esa noche la linea que separaba el mundo de los vivos del de los muertos se difuminaba y los difuntos podían regresar, tanto espíritus buenos o malignos. Los familiares fallecidos eran invitados y homenajeados por sus familias, mientras que las entidades malvadas se trataba de alejarlas y ahuyentarlas, las gentes portaban por ello disfraces y máscaras con las que mantenerlas a raya y evitar ser atacados.
No cabe duda de que el cine tiene gran culpa en la exportación de la fiesta tal como se vive en Estados Unidos. La lista que a continuación añado intenta pararse en ciertos aspectos que envuelven los films de terror, esta vez me propongo fijarme más bien en las melodías, la mayoría más que conocidas para dar una ambientación terrorífica a una noche de difuntos.

1 - Halloween, 1978 (John Carpenter). 
2 - Viernes 13, 1980 (Sean S. Cunningham).
3 - El Exorcista, 1973 (William Friedkin).
4 - Pesadilla en Elm Street, 1984 (Wes Craven).
5 - Hellraiser, 1987 (Clive Barker).
6 - Dracula, 1992 (Francis Ford Coppola).
7 - Alien el octavo pasajero, 1979 (Ridley Scott).
8 - La Profecia, 1976 (Richard Donner).
9 - Psicosis, 1960 (Alfred Hitchcock).

10 - Seven, 1995 (David Fincher).
11 - Sleepy Hollow, 1999 (Tim Burton).
12 - Tiburón, 1975 (Steven Spielberg).
13 - Poltergeist, 1982 (Tobe Hooper).
14 - El muñeco diabólico, 1988 (Tom Holland).
15 - El resplandor, 1980 (Stanley Kubrick).

















































domingo, 14 de octubre de 2012

Lentejas al Curry.




Bueno aquí comparto con aquellos "chavales", que hay unos cuantos cocinillas, la receta que tanto ha dado que hablar y tantas gracias ha suscitado.
También servirá para cambiar las tradicionales lentejas por una pequeña variación, que de vez en cuando no vendrá mal, he aquí los ingredientes de este guiso con toque exótico:

- Lentejas, unos 300 gramos. Aunque he de confesar que las cantidades las suelo medir en vasos de agua y a ojo. Siempre sobra que luego no vienen mal sí se congelan.
- 1 Cebolla.
- 2 dientes de ajo.
- 1 Tomate maduro.
- Bacon o chorizo cortado en dados muy pequeños.
- 1 manzana golden. Que va a sustituir a la clásica patata y dará al guiso un toque de sabor muy agradable al paladar.
- 1 cucharadita de aceite, lo mismo de curry, 1 hoja de laurel, 1 vaso de caldo de pollo o pastilla equivalente, pimienta y sal al final sí vemos que a pesar del caldo nos ha quedado soso.

Cocemos las lentejas en agua fría añadiendo el caldo o la pastilla, laurel y un chorrito de aceite, esto durante 10 minutos en la olla a presión.
Por otro lado hacemos el sofrito con el aceite, la cebolla, el tomate, el bacon y el ajo. Pasados 10 minutos debería estar listo para añadirse a las lentejas, juntamos el sofrito a las lentejas y bien movido a esta unión añadiremos por último la manzana partida, el curry, la pimienta y probamos de sal, sí fuera necesario añadimos una poca. Damos un hervor hasta que veamos que está perfecto.

Bueno a ver sí alguno o alguna prueba, y nos cuenta que tal, para mi es algo rápido de hacer y normalmente suelo repetir.
Un saludo.






sábado, 13 de octubre de 2012

En el monte de Caspueñas.


El pueblo de Caspueñas al fondo, se planta humilde entre la masa de árboles y arbustos que conforman su muralla natural.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Sol de Otoño



igual que viene, se va sin avisar, la inspiración, las ideas, la musa que ilumina el devenir del pensamiento del que esto escribe. Cuando esto ocurre hay que agarrarse fuerte a lo primero que pasa por delante de uno, esa tabla de salvación por muy simple que parezca puede sacarte de más de un atolladero.
Esta es una de esas ocasiones, y este último recurso al que me sujeto es la estación, que aunque no lo demuestre por el calor que esta haciendo, entró en nuestros calendarios ya hace unas semanas, el equinoccio de otoño fue el 23 de septiembre.
Con esta simple excusa, igual que he hecho en otras ocasiones, y tan aficionado que soy a ello, trataré de haceros llegar unos cuantos temas donde queda evocada la mencionada época otoñal.
Tiempo de vendimia, de la mal llevada vuelta al cole y a la rutina diaria, las hojas muertas sobre las aceras, etc. 
También tiene su público claro está.



1 - Autumn song (Manic street preachers).
Tema mucho más movidito, este no deja lugar a melancolías ni nada parecido.



2 - Green day (Wake me up when september ends).
Incluida en su gran obra American idiot, sí se os hace pesada la intro del videoclip directamente os aconsejo que paséis para delante, peca un poco de empalagosa.





3 - Guns n´Roses (November rain).
Una de las canciones más conocidas de la desaparecida banda, un título que la manda derechita a esta pequeña recopilación.





4 - Counting Crows (Rain king).
Esta la incluyeron en aquel lejano álbum "august and everything after" de 1993, que tenía muy buenos temas después se diluyeron y no volvieron a aparecer hasta años después con la ayuda de Sherk por supuesto.




5 - The Dandy Warhols (The autumn carnival).
No ha tenido tanto éxito el nuevo disco del grupo , pero siguen teniendo temas bastante buenos, claro que donde este "Bohemian like you"...



6 - Neil Diamond (September morn).
Se que a alguno le dará algo al ver esta canción del cantante norteamericano incluida en la lista, se me escapa un tanto del rollo rockero. Pero bueno, el tipo no se le puede negar que tiene una gran voz y ha encandilado a la gente a lo largo de muchos años. Me tomo esta pequeña libertad y espero que los más puristas sepan perdonarme.



7 - Linkin Park (My December).
Vivieron mejores tiempos en los noventa, este tema tan pausado no representa la furia de antaño, ni mucho menos. 





8 - U2 (October).
Un piano para dar forma a esta balada de la banda irlandesa.





9 - Celtas Cortos (Lluvia en soledad).
Un tema intimista de los de Pucela, de su primera época, para mi la mejor.





10 - Prince (Purple rain).
Una gran canción, para un artista que se perdió con el tiempo, se desdibujó en su lluvia púrpura.




11 - Phil Collins (I wish it would rain down).
Otra cancioncita tranquila para engrosar el recopilatorio, que esta teniendo un poco de todos los estilos, eso sí sin muchos sobresaltos.





12 - Medina Azahara (Otoño).
Una de las mejores baladas del conocido grupo Cordobés.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Rock en Caspueñas.



Desde hace unas semanas a la venta en los bares del pequeño pueblo Alcarreño, ¿el precio?, 5 euretes de nada con el que ayudáis a estos muchachos a seguir trabajando en sus respectivos proyectos, y tal vez a organizar un pequeño festival que de ambiente a la villa.
El número de músicos, y de aficionados al rock es enorme, y es que una gran parte de la juventud de este pueblo eligió el rollo musical para dar rienda suelta a sus inquietudes artísticas.

En el cd se incluyen seis bandas compuestas en su mayor parte por "agalloneros" o en las que al menos ha militado un paisano del pueblo.
En este cajón cabe un poco de todo, desde el rock más urbano similar a Barricada o Reincidentes; el ska y los aires festivos; el punk cercano a La Polla o Kortatu; la introspección y la psicodelia más elaborada tipo Rush ; y en algún corte aires de rock sureño. Un ramillete variado que contentará un gran numero de oídos musicales. 
Los culpables son los siguientes:
Sinrazón, La sangre del Bufón, La sombra del vaso, Mientras suene bien, Mako, Insomnia. Ah, y la unión de diferentes músicos para la versión de Sweet home Alabama de los clásicos Lynyrd Skynyrd, en esta ocasión convertidos en Caspueñas contra-band.
Siempre digo la misma frase, para gustos los colores, pero destaco la sensacional Ey tu!! de Insomnia por su calidad; Animal de años perdidos de La Sangre del Bufón por su gran letra y su gama de ritmos; de Mako me gusta su Gente corriente con su rock más clásico y bailable; Sinrazón con su tema homónimo que simplemente suena genial; de La sombra del vaso siempre me ha gustado Un fracaso más y la rabia que transmite; MSB y su nos vamos de concierto, con su rock rápido y contundente.
Y por último el himno creado para la ocasión, Sweet home Caspueñas, con una letra divertida y un estribillo que invita a cantarlo desde la primera escucha.



TRACK LIST

1 - SINRAZÓN - OTRA VEZ.
2 - LA SANGRE DEL BUFÓN - MI CARNAVAL.
3 - LA SOMBRA DEL VASO - PASKUALIN.
4 - MIENTRAS SUENE BIEN (MSB) - GRITA QUIÉN ERES.
5 - MAKO - GENTE CORRIENTE.
6 - CASPUEÑAS CONTRA-BAND - SWEET HOME CASPUEÑAS.
7 - SINRAZÓN - BAJO MINIMOS.
8 - LA SANGRE DEL BUFÓN - ANIMAL DE AÑOS PERDIDOS.
9 - INSOMNIA - EY TU!!
10 - LA SOMBRA DEL VASO - MALAS EXPERIENCIAS.
11 - MAKO - CHICO FÁCIL.
12 - MIENTRAS SUENE BIEN (MSB) - NOS VAMOS DE CONCIERTO.
13 - LA SANGRE DEL BUFÓN - OCEANOS DE FURIA.
14 - MAKO - X
15 LA SOMBRA DEL VASO - UN FRACASO MÁS.
16 - SIN RAZÓN - SIN RAZÓN.


Para más información de las bandas visita sus espacios:

La sangre del Bufón

La sombra del vaso

Mientras suene bien

Sinrazón

Mako




sábado, 18 de agosto de 2012

El baile Salvaje.





Las fiestas de Caspueñas están a la vuelta de la esquina, este año el primer fin de semana une Agosto con Septiembre. Viernes 31, Sábado 1 y Domingo 2. 
Una vez más metidos en harina, no se ya cuantas fiestas he vivido, pero han sido unas cuantas. 
Aquí hay tema para todos los gustos, la vida en las peñas con los amigos y las anécdotas que dan que hablar durante muchísimo tiempo. Para los toreros sus festejos taurinos por la vega o en la plaza, para los bailongos la charanga y los pasodobles, y las orquestas o grupos en la plaza.


En esta nueva entrega me voy a detener en un momento clave para el final de la fiesta en la plaza, cuando el grupo de turno hace su último pase, echa el resto e intenta que el personal termine con buen sabor de boca.
Ese es el momento del baile salvaje, y os preguntareis algunos ¿que coño es eso del baile salvaje?.
Bueno habría que remontarse a cuando unos cuantos de nosotros, los más mayores de la peña no llegábamos a la mayoría de edad.
El nombre lo puso un chavalote de Valdesaz, que en los frenéticos momentos de la canción "okupación" de los Barricada, cuando toda la tropa estaba sin camiseta y empujándose, aquello era el baile salvaje, el desentreno brutal y la locura sin medida. Una risa tonta, un sin parar que ahora sería difícil de imitar.
Pues todo aquello que hacíamos en el local, luego se traspasaba al final a las fiestas del pueblo, en el momento en que el grupo de turno tocaba algo que empujaba a los presentes a saltar, gritar y desfogarse como si aquella noche fuese la última de nuestras vidas.

Pasan los años y hay algunas canciones que deberían haberse jubilado ya del tinglado, de tanto sonar han perdido su encanto y la gente ha acabado odiándolas repetirse más que el ajo en el gazpacho.
Todo el mundo que ha vivido unas fiestas en su pueblo estoy seguro que podría nombrar unas cuantas:
El vals del obrero de Ska-p, Marihuana de Porretas, Fiesta pagana de Mago de Oz, Dolores se llamaba Lola de Los Suaves, Chiquilla de Seguridad Social, y un largo etc.
Por otro lado siempre se han incluido temas extranjeros que levantasen el ánimo al personal:
Highway to hell de AC/DC, Enter sandman de Metallica, Killing in the name of de Rage Againts The Machine, Jump de Van Halen, Du hast de Ramstein, Song 2 de Blur, I want it all de Queen, etc.
Esto con mayor o menor fortuna dependiendo del nivel de la orquesta o grupo que tuvieses sobre el escenario, pero siempre aderezado con los empujones, agarrones, saltos, risas, gritos, sin razón y alguna que otra caída con el grupo de rescate levantando a los caídos

.

¡Por qué alguien no cambia el repertorio de una santa vez!. Sí amigos. todas estas canciones nos gustaban, pero las habéis matado. Todos estos grupos tienen muchísimos discos, muchísimos más temas de donde sacar para hacer otro repertorio.
Pero en fin, creo que es como quitar el Cha ca Cha del tren, o la canción esa de Islas Canarias, Pierdo el tiempo diciendo todo esto.



 Esto va por todos los que habéis disfrutado de ese momento, sudado la camiseta para después perderla en el lío, habéis cantado, acompañado la música botando, a los que os habéis tirado del escenario.
Aquellas noches que siempre se intentan mejorar pero que difícil lo pone el maldito reloj de la edad.






A disfrutar de las fiestas se ha dicho.



viernes, 17 de agosto de 2012

La increible historia de Hipólito "el hombre pájaro". VI



VI
Conclusión


" El ancho campo me parece estrecho,
la noche clara para mí es oscura,
la dulce compañía, amarga y dura,
y duro campo de batalla el lecho."
(Garcilaso de la Vega. Soneto XVII)

-¿Volvió a verla?. 
Mi pregunta sacó al extranjero de los recuerdos del pasado, asintió y ensayó una triste sonrisa.
- Esa ha sido mi persecución, el poso amargo que quedo de todo aquello. La he visto en París, en Roma y hace tan solo unos días en Madrid. Que puedo decir, la veo sobre el escenario, y mi mente evoca los felices días en los que creí correspondido mi amor hacia ella. Lo hago a escondidas, sin que ella me vea, y disfrutando de su cercanía por un momento.
- Sabe, no creo que usted fuese tan mala persona para que le tratasen así.
- Gracias chico, pero con el tiempo me he dado cuenta que hice cosas despreciables, tal vez necesitase que alguien me diese una lección. Y vaya sí me la dieron ...
- No, debería hablar así.
El hombre se aproximó a los ventanales y volvió a hurgar en las cortinas dejando pasar la claridad del día.
- A partir de mañana Hipólito Rhamel estará muerto, dejará paso a Hipólito Rivas, el apellido de mi madre, lo he estado pensando y es mi forma de pasar página y dejar atrás un pasado del que no me siento muy orgulloso - Se volvió entonces y por primera vez su sonrisa no tuvo ningún atisbo de pena -. Bueno muchacho, gracias por escucharme con tanta paciencia, gracias por tu compañía. Me has ayudado bastante, ha sido una liberación el poder hablar de todo aquello. Espero no haberte incomodado, la situación era extraña pero aguantaste. 
El tipo me estrecho la mano, y por mi parte no fui capaz de decir nada, me sentía pequeño y estúpido, al salir saludé con la mano y me marché sin más.

No le volví a ver nunca, se desvaneció aquel caluroso verano y este hecho dio que hablar hasta que acabó la siega y se recogió la uva en la vendimia.
Mi tío Ventura comentó que se lo encontró un día en el camino de Brihuega, que le había visto asomado a un carruaje atestado de bultos y equipajes.
Por otra parte el viejo "rata" se encontró la casa de Hipólito abierta de par en par, los animales habían desaparecido del corral, bueno todos no. 
En medio del salón, una jaula dorada guardaba un jilguero que aleteaba asustado y famélico, a su lado una nota escueta:
Cuidenlo.
Al lado una rosa roja marchita por el calor.

Aquella casa en lo alto del barranco, misteriosa y solitaria dio para muchas historias.
Uno de los chicos del pueblo bautizó al desaparecido dueño con el apodo del hombre pájaro, asustaba a los más pequeños diciéndoles que los visitaría las noches de luna llena y les dejaría sin gotita de sangre.
Nunca he contado nada a nadie, ni un pequeño detalle de la historia, hubo un día en el que puse cara a otro de los protagonistas de la misma. Me impresionó ver una fotografía de Eloise, en el diario de provincias, era una actriz de prestigio según leí.
La verdad es que era muy guapa, aunque note en sus ojos un halo de tristeza semejante al del hombre pájaro.

A veces las cosas no tienen un porqué, simplemente surgen por qué sí, aquel día alguien abrió su corazón al no aguantar el peso que llevaba encima, y lo hizo ante un chiquillo de pocos años.
Ahora, me encuentro con estos antiguos sucesos, hechos de mi vida prendidos como viejas fotografías, recuerdos caducos ya enterrados por los asuntos del día a día.
Lo que sí estoy seguro es que la historia que me contó influyó en mi vida, he intentado ser lo mejor que he podido, y dar a los demás lo que merecían. En cuanto al amor, hubo de todo, sin duda lo disfruté y a veces lo sufrí.
Soy viejo ya, cansado, y viviendo del recuerdo de los felices días de antaño, ha pasado mucho tiempo pero creo que debo limpiar su nombre. Me he propuesto escribir lo que aquel hombre me confesó, es el momento de matar al hombre pájaro, y al supuesto vampiro que habitó en la casa del llano, aquel extranjero pudo cometer sus fallos pero ya pagó su penitencia, tan solo fue un Icaro al que se le quemaron las alas por acercarse demasiado al sol.

Diego Barquero Blas. Azuqueca de Henares. 17 de Agosto de 2012.



miércoles, 15 de agosto de 2012

La increible historia de Hipólito "el hombre pájaro". V



V

¿Se puede un alma hundir más en las tinieblas?, ¿o sentir que se ha muerto por dentro?. Caí al fondo de un pozo oscuro, perdí las ganas de vivir por todo lo sucedido, aunque todavía no sabía que el último golpe estaba aun por llegar. 
El día siguiente al entierro de Elisa, busqué un café tranquilo donde engañar al estómago, por qué el apetito también me había abandonado y más bien buscaba escapar un rato de casa.
Allí sentado en un rincón, atrajo mi atención un periódico abandonado en la mesa contigua, aparté cuanto descansaba sobre la mía y me hice con el diario. Lo extendí alarmado delante mia, en negrita se detallaba el entierro de mi prometida, después en letras destacadas otro titular de última hora, anunciaba tétricas nuevas:

MANCILLADA LA DIFUNTA

Escalofriante hallazgo...
El ataúd había sido desenterrado y el cadáver de la joven había desaparecido.
La policía no ha querido desvelar si hay pistas sobre quien ha podido realizar un acto tan macabro como impactante...
Todo ello se une al dolor de la familia Svoboda, este hecho reprobable ...

- ¡Dios mio!. Aparté aquel montón de papeles, aun más roto, sin fuerza alguna y maldiciendo todo aquello, me veía como un guiñapo en manos del destino, o de algún dios cruel que se estaba divirtiendo a mi costa.


     Me miré en el gran espejo de la habitación, sonreí a la estúpida y muy cambiada figura que se reflejaba en su superficie.
Eché otro trago, y volví a mirar, señalé a mi imagen para después darle la espalda y tumbarme sobre la cama.
La bandeja con restos de comida cayó sobre la alfombra, pero poco me importaba todo aquello, seguí con la atención puesta sobre la botella de ginebra, para después intentar levantarme y buscar una entera, miré de reojo hacia la mesita de noche.
Sobre esta descansaba, seria y cruel mi pistola, parte de la herencia de mi padre.
Aparté la mirada, decidí que no era el momento, todavía no estaba totalmente anestesiado. Crucé como una sombra el pasillo, llegué al salón tropezando con todo lo que encontraba a mi paso.
La casa estaba tan fría, en penumbra. Fuera el invierno toqueteaba los cristales de los ventanales con clara intención de entrar. Paré en seco, el estado en que estaba remitió por un instante, guiñé los ojos tratando de mejorar mi visión.
Y es que una figura se erigía junto a la puerta de entrada, retrocedí despacio, tanteé una mesita auxiliar donde encontré la caja de cerillas, rasgué uno de los fósforos y su llama iluminó momentáneamente la estancia.
Segundos, la luz dibujó su blanquecino rostro, llevaba puesto el mismo vestido blanco con el que había sido amortajada.
Era igual que en aquel sueño, pero aquello era muy real...
Me sonreía, pero no decía nada, la gasa de su vestido parecía flotar en el aire, clavaba sus ojos en mi. Entonces abrió su horrible boca.
La cerilla cayó, reaccioné asustado al ser absorbido por las tinieblas. Encendí otra y la levanté buscando la posición de aquel ser que en vida fue mi amada.
Sombras, oscuridad, no había nada ni nadie. 
Con los nervios apretando mis pulsaciones retorné a mi habitación, la ventana estaba abierta de par en par.

     Aquella pesadilla ya fuese real o solo un mal sueño, me hizo tomar la decisión, el ansia de encontrar al hombre causante de tanto mal y mandarlo al infierno. De esa manera, pasé los días frecuentando los peores tugurios de la ciudad e indagando entre los turcos que residían en Praga. Buscaba desesperado, aunque fuese una pequeña pista que me llevase hasta Pamuk, pero todo resultaba en vano. Y en algunos casos noté el miedo en sus ojos, y una palabra: Upir!. 1
     Una noche siguiendo a dos turcos que trabajaban en el matadero, me vi adentrándome en una parte de la ciudad que no conocía. A orillas del río, entre un laberinto de calles estrechas fuimos a parar ante una puerta de madera roja, con adornos en metal ennegrecidos por el abandono.
Desde mi escondite vi a aquellos individuos que la golpearon dos veces, y tras una larga pausa salió por ella un tipo enorme, vestido de forma elegante que después de hablar con ellos un rato les dejó pasar.
De dentro escaparon risas, cánticos y el murmullo de la gente en lo que nunca hubiera imaginado que fuese un bar.
Allí donde fueres haz lo que vieres, solía decir mi madre, y así lo hice. 
Golpeé dos veces la puerta, tras lo cual el gorila que la custodiaba salió hacia la fría noche y me examinó de los pies a la cabeza. Lanzó un bufido y pasé el examen pues con un gesto me indicó que pasara.
Hacia calor allí dentro, el recibidor pequeño, una silla en un rincón  para a continuación pasar a una estancia iluminada por faroles de ornamentación árabe.
La gente se sentaba alrededor de mesas redondas donde se veía a algunos fumando en pipas de agua, otros apoltronados en divanes, algunos sobre cojines y alfombras... Gruesos cortinajes tapaban las paredes de toda la habitación, y la luz jugueteaba con las sombras manteniendo en parte cierta intimidad para los clientes del sitio.
Elegí un lugar desde donde podía ver a todos los parroquianos del pequeño Estambul que tenía ante mis ojos, al tiempo se acercó un camarero y le ordené me sirviese un té, después me puse en la labor y analice uno a uno a cuantos me rodeaban.
A los que no acerté a ver era a las dos bestias que me habían llevado a aquel exótico lugar.
El camarero trajo la tetera y un pequeño vaso de cristal, aproveché para preguntar.
- Disculpe, estoy buscando a Isoef Pamuk, ¿le conoce?.
La tetera fue a dar contra el suelo, el desdichado se agachó a recoger los restos del desastre, se giró y dijo en voz baja:
- No, no. Tras lo cual y muy nervioso se irguió y con rapidez se alejó de mi.
El incidente no había pasado inadvertido en las mesas más próximas, y claro este tuvo sus consecuencias.
Uno a cada lado, los dos hombres a los que había seguido se sentaron a mi mesa.
- ¡Debe marcharse ahora!. Advirtió el más mayor de los dos con un fuerte acento.
- Por casualidad no sabrán donde puedo encontrar a Iosef Pamuk.
- Calla maldito. Señaló el otro con rabia. Tenía un cuchillo en la mano y me lo había puesto cerca de los riñones.
Me levantaron del asiento y me sacaron de la sala, sonrientes y guardando las apariencias, el que llevaba el arma de vez en cuando me la acercaba para que notase su frío aliento pegado a mi piel.

     Me empujaron sin miramientos, a punto estuve de caer de bruces, me revolví furioso aunque sabía que de momento tenía pocas posibilidades contra aquellos matones. Y por otro lado, tenía la impresión de que estaba cerca de mi objetivo.
No había reparado que allí, oculto por la sombra del mismo edifico, en aquel sucio callejón, había otra persona observándolo todo.
- Bueno, finalmente creo que el juego toca a su fin. Felicidades Hipólito me has encontrado antes de lo que esperaba.
El desconocido dio unos cuantos pasos hacia mi, mientras el del cuchillo y el otro esbirro se ponían a su lado.
- ¿Es usted Iosef Pamuk?. Escupí aquellas palabras con indignación y rabia, degustando  el sabor de la venganza.
- El mismo, ese soy yo. Dijo con sorna el repugnante hombre.
- Maldito seas mil veces, no se en que has convertido a mi querida niña, no se lo que eres... Pero sí puedo asegurarte que te mandaré al infierno.
Sus blancos dientes destellaron como contestación, esa diabólica sonrisa destacaba en aquella atmósfera y me ponía los pelos de punta.
- ¿Me lo llevo por delante?. Preguntó el perro que sujetaba el puñal.
Pamuk le hizo un ademán y se pusieron detrás suya, ¿que me tenía preparado aquel diablo?. El turco entonces dio otros dos pasos hacia delante y pude verle por fin el rostro.
Tenía dos ojos pequeños y listos que me traspasaban, nariz picuda y unos labios pequeños y rojizos. La piel oscura, morena a juego con el largo y liso cabello que llevaba hacia atrás y llegaba hasta el cuello.
- No parezco un vampiro, ¿verdad?.
- Muerto o no muerto, ser del infierno o no, lo comprobaré ahora mismo.
Saqué el revolver y lo amartillé, apunté a la cabeza y me preparé para apretar el gatillo.
Esos instantes en que todo se detiene, en que incluso los latidos del corazón se toman un descanso, los matones retrocedieron con la cara desencajada. La de aquel despreciable siguió impasible, no movió un músculo.
El gatillo cedió, lo apreté con todas mis ganas, pero un irrisorio CLICK se perdió en el silencio de la noche. El pánico me agarrotó , repetí la operación, y nada, el mismo resultado.
El corazón volaba, noté como un gélido sudor me agarraba por la nuca, cruel y sin piedad.
- No iba a permitir que hicieses ninguna tontería. Advirtió el turco con satisfacción.
- ¿Pero como...?.
- Quitando las balas, la otra noche cuando ibas borracho como una cuba. Simplemente eso. Ahora vas a escuchar viejo amigo.
Pamuk se agarró entonces del cabello y tiró hacia atrás, revelando su verdadero cabello corto y rubio, después repitió la operación con el fino bigote, y por último abrió la boca de par en par y se arrancó la dentadura de pega que llevaba sobrepuesta a la propia.
- ¿Fabricio? - No entendía nada, allí delante acababa de presenciar como el asesino de mi amada se convertía en uno de mis mejores amigos - . ¿Como es posible?.
Los matones se giraron sin decir nada, abrieron la puerta del callejón y desaparecieron por ella.
- Sí soy yo, no nos veíamos desde hace unos cuantos meses, desde que te presenté a tu querida Elisa en aquel baile de primavera, bueno eso no es del todo cierto...
Querido Hipólito, ha llegado el momento de terminar con todo esto, un juego que dura semanas y en el que tu has sido la víctima. Pero para que entiendas todo, y le encuentres sentido, he de remontarme a hace unos cinco años.
- ¿Te has vuelto loco, de que estás hablando?.
- Te pido que te calmes, pues en un momento todo quedará aclarado. Te ruego que recuerdes a una persona, alguien especial a quien seduciste y cuando te cansaste de ella la abandonaste. Aquella joven se llamaba Eloise, era buena, amable, bella y excesivamente crédula de tus intenciones.
No la diste cabida en tu querer, ni en tu disoluta vida, la destrozaste y la mandantes a un terrible tormento, a una miseria abonada por tu desdén.
Sabes, estuvo a punto de morir por tu culpa, yo conocí a aquella flor en ese estado. ¡Maldito seas Hipólito por todo ese dolor que provocaste!.
El tiempo nos unió, aprendí a amarla y protegerla y ella al final se olvidó de ti y nos casamos.
Pero... La semilla que dejaste en ella nunca murió del todo, eso sí, se transformó en un odio visceral hacia tu persona, alimentado por tus acciones y por todo lo que te rodeaba. Llegaban a sus oídos tus nuevas conquistas y abandonos, y tu inmisericordia en los negocios.
Eloise alcanzó sus sueños, se convirtió en una gran actriz que ha obtenido gran reconocimiento por todos los teatros de Europa. A pesar de todo, de nuestro amor, de la fama y de la posición alcanzada no fueron suficientes para matar aquel odio.
La gota que colmó el vaso fue el año pasado, sería Febrero, se enteró de que habías despedido sin ningún motivo a una empleada embarazada de tu negocio. Me rogó que la ayudase y se propuso mostrarte que es el amor, para después arrebatártelo sin compasión, quería hacerte sufrir lo mismo que hacías con tus enamoradas.
Entonces ella se convirtió en Elisa, por primera vez en la vida, te vimos enamorado y aquella flor que tu pisoteaste en una ocasión se vengó clavándote sus espinas.
Sin duda ha sido el mejor papel de la gran Eloise, se tiñó los cabellos y el paso de los años y tu escasa memoria para con las mujeres hicieron el resto.
¿Quien iba a decir que alguien tan pragmático llegaría a creer en vampiros?. Tu que te jactabas de no beber, has caído en las duras garras del alcohol. Es todo tan extraño, ¿verdad?.
Al final ha sido el amor el que te convirtió en mejor persona, pues desde que fallecieron tus padres, no has hecho mucho por los demás si no fallarles.
Elisa no murió amigo mio ;su padre el señor Svoboda y su madre son figurantes en la obra sobre Macbeth que se estrena la semana próxima en París; el inspector de policía; la comitiva fúnebre; la noticia del periódico todo ha sido un costoso y gran montaje promovido por nosotros.
Toda esta farsa se cernió sobre ti, y este es el fin del camino.
Eloise me pidió que me despidiera por ella, con un simple adiós. Por mi parte, alguna vez te quise como un amigo, luego vi como te convertías en un miserable que se aprovechaba de los demás y me diste asco. Ahora me das lástima, solo espero que después de tanto dolor veas el sentido correcto de tu vida.
Deja de provocar dolor a todos los que te rodean, a los que te aprecian, a los que dependen de ti. Antes de que la vida te devuelva lo que siembres.
Adiós, Hipólito Rhamel, espero que seas feliz.




1 - Upir - Vámpiro en turco.




jueves, 9 de agosto de 2012

La increible historia de Hipólito "el hombre pájaro" IV



La felicidad resbaló como arena entre los dedos, un gran pesar lo inundó todo, recuerdo a retazos, jirones de mi alma, el resto de aquel aciago día de diciembre.
Al señor Svoboda se lo tuvieron que llevar unos parientes suyos que habían venido acompañándole, oía a mis empleados infundiéndome ánimos y trayendo humeantes infusiones.
No se en que momento mi tristeza y mi confusión dieron paso a las ganas de conocer como se había marchado mi preciosa Elisa.
El bueno de Dvorak me señaló que en mi estado era mejor que me recuperase y que aquello carecía de importancia en ese momento. Y como un buen padre me impuso llevarme a casa y hasta que se cercioró que me metía en la cama no me dejó a solas.
No pegué ojo, fantasmales visiones me sobresaltaban, una y otra vez la veía amortajada, en cierto momento del sueño se incorporaba y me señalaba.

     El día del último adiós los cielos se aclararon y dejó de nevar, un tímido sol nos acompañó durante la ceremonia en el cementerio.
Todo era tan extraño, no terminaba de asumir todo aquello y me movía entre aquellas gentes dejándome llevar por el grupo.
Por suerte aquel suplicio se extendió poco, las palabras del cura eran solemnes pero no describían a mi pobre Elisa.
Me mantuve detrás del primer grupo, que imaginé como familiares allegados. 
La situación se hizo más dura cuando bajaron la caja, con gusto me hubiera arrojado con ella, las piernas me temblaban y me sentía desfallecer.
Un llanto de mujer rompió aquel maldito silencio, el señor Svoboda trataba de consolar a su mujer, aquello era una locura, no aguanté más, la rosa que llevaba cogida descansó sobre el suelo nevado e intenté escapar de allí.

- Toda Praga habla de este desdichado suceso - Me giré hacia el joven que había pronunciado aquellas palabras -. ¿El señor Hipólito Rhamel?.
- Sí, ¿Y usted...?.
- Perdone mis modales - estiró su mano enguantada y me estrechó la mano  - . Joseph Novak, inspector de policía.
- Encantado.
- Conozco la relación que mantenía con la muchacha y quería hacerle unas preguntas, simple rutina. El policía mostró una sonrisa mil veces ensayada y mil veces intranquilizadora.
- Intentaré responder, aunque como comprenderá ...
- Muy bien, caminemos hacia la salida, hoy el día ha dado una tregua en cuanto a la nieve, pero sigue haciendo mucho frío. 
- Vamos pues.
- ¿Dígame, ¿cuando fue la última vez que se vio con Elisa Svoboda?.
- La tarde del lunes, en el café del sol.
- Buen sitio ese - apostilló el inspector mientras comenzaba a garabatear en su libreta -. ¿Le comentó algo extraño sobre la tienda?. 
Mi cabeza se aturullaba más, y se angustiaba por las preguntas del policía. 
La policía, la policía me repetía. ¿Acaso ella ...?.
- Antes de continuar le ruego que me diga en que circunstancias murió.
El joven se paró en seco y fijó sus grandes ojos claros en mí, se subió el cuello del abrigo y suspiró.
- Realmente ... ¿no sabe nada, no se ha enterado de todo lo que ha ocurrido?.
- Solo se que esta muerta y que nunca más podré estar con ella.
- ¿No ha leído los periódicos?. Bueno ya veo que no, se me hace duro, pensaba que usted era conocedor de todos los detalles.
- Le ruego, le pido que me los aclare.
- Esta bien, la señorita Svoboda no murió de causa natural, eso ya lo ha deducido usted, sí no mi presencia aquí sería innecesaria.
- Por favor...
- La noche del lunes alguien la atacó en la tienda de antigüedades, aprovechando que el padre había subido un momento al piso de arriba.
- ¡Dios mio!. No puedo ser, a cada paso este dolor se hace más grande. Que locura es esta. Me comentó que iba a ayudar en una tasación, habían quedado con un cliente, un hombre que quería vender una daga. Era Turco, creo...
- Así es, le estamos buscando, se llama Iosef Pamuk - Aquel nombre quedó grabado a fuego en mi memoria. A un paso de la puerta donde esperaban los negros coches de caballos el hombre me detuvo y bajó el tono de voz -. Quizás no hace falta que le advierta, pero se lo diré, ese hombre es peligroso, no quiero ni que se le ocurra por un instante tomarse la justicia por su cuenta. Se trata de un depravado, un loco, la atacó sin misericordia, la destrozó la garganta.
- No, no es posible.
- Siento ser así de crudo, quiero que sepa a que tipo de persona nos enfrentamos, le haremos pagar lo que ha hecho, pero usted manténgase al margen, no me gustaría que le ocurriese algo.
La tristeza era empujada por la cólera, las palabras del inspector que lejos de amedrentarme, alimentaban la llama de la ira y de su hija la venganza.
Sus palabras rebotaron entre las tumbas, entre los cipreses, y fueron más allá de los panteones. En mi interior se había desatado una terrible tormenta que me movería a la búsqueda que dura hasta hoy.

     Podía haberme dado por beber, e intentar apagar aquella llama con el alcohol, la verdad es que lo intenté pero mi cuerpo no lo toleró y se deshizo rápido de la ginebra.
Después entré en un estado febril, me encontraba muy débil, apenas pude arrastrarme después de vomitar hasta la cama.
Nuevamente quedé enredado en aquella pesadilla, Ella venía silenciosa hasta la ventana de mi cuarto, yo la abría y la dejaba entrar. Su fino camisón flotaba con la suave brisa y se acercaba más hacia donde yo estaba, la abrazaba y la atraía. Pero algo había cambiado...
La bondad de sus ojos había desaparecido, la sonrisa, sus dientes eran más grandes.
Me levanté de un salto, empapado en sudor, de nuevo las nauseas se apoderaban de lo que quedaba en mis tripas.
Según el reloj, eran las dos y media de la madrugada.
Sentí el frío, y noté que las cortinas giraban y se contoneaban al fondo, la ventana se quejaba sobre sus bisagras, estaba abierta y la habitación quedaba iluminada por la luna.
- ¿Como me había podido dejar la ventana abierta?.

     Quedaba una semana para navidad, había decidido que era el momento de pasarme por la oficina y refugiarme en el trabajo para tratar de atenuar su recuerdo.
Los empleados me saludaron afectuosamente y se preocuparon por mi salud, Dvorak en particular me hizo notar que el traje que vestía me quedaba una talla más grande.
- Esas ojeras, todavía no esta bien, vuelva a casa o visite a algún pariente.
- Pensé en hacer algo útil, en mantener la cabeza ocupada...
- Hágalo, pero fuera del trabajo, vuelva cuando esté plenamente recuperado. No se preocupe por nada, las cosas aquí marchan bien, le mandaré algunos informes.
Me devolvió el sombrero, me ayudó a ponerme el abrigo y con una sonrisa me hizo volver sobre mis pasos.
En ocasiones Dvorak se parecía bastante a mi madre.